Ganadería

Cabra Raza Florida Autóctona

La Florida es una raza caprina lechera autóctona del Valle bajo del Guadalquivir, donde se encuentran la mayoría de sus efectivos, por ser las comarcas sevillanas de esta zona geográfica el origen de esta raza y desde donde comienza su expansión.

Su denominación procede de la capa característica de la raza, un moteado rojo sobre fondo blanco o viceversa, pero también se admite el moteado en blanco sobre fondo negro (estornina), de tal forma que asemeja un campo florido.

La descripción resumida de su exterior, según el libro genealógico. de la raza es como sigue:

  • Cabeza larga, fina de perfil convexo o subconvexo. Las orejas grandes y algo anchas paralelas en alerta y caídas en reposo. Si presenta cuernos serán en arco.
  • Cuello largo e inclinado, fino y unido suavemente al tronco.
  • Tronco largo y profundo, lo que determina una gran capacidad respiratoria y digestiva.
  • Dorso fuerte y recto.
  • Grupa ancha, fuerte y poco inclinada.
  • Cola larga fina y a veces ensortijada.
  • Extremidades secas, con articulaciones bien formadas. Huesos fuertes y planos. Bien aplomadas. Pezuñas cortas.
  • Capa moteada en blanco sobre fondo rojo o viceversa, con o sin variaciones. Piel fina y pelo fino y corto.
  • El sistema mamario presenta buena capacidad y una fuerte inserción, con una ubre bien desarrollada e implantada, pero de mediana profundidad.

Los machos pertenecientes a la Raza Florida presentan una menor longitud de la cabeza y convexidad más acentuada del frontal, con un cuello fuerte y desarrollado, sin perder longitud.

La Cabra Florida es un animal atractivo que revela vigor, fortaleza y feminidad, con una arquitectura morfoestructural adecuada para la producción de leche. Está constituida por animales de gran tamaño, destacando como cualidad principal la duración de su lactación. Es un ganado andariego y de menores necesidades alimenticias que el ganado bovino, por lo que le resulta más sencillo encontrar alimento natural. Su agilidad y habilidad para el pastoreo y su reconocida rusticidad hacen que explotada bajo modelos semi-extensivos de producción, sea más idónea que la ovina y la bovina para el aprovechamiento de áreas áridas y semiáridas, logrando productividades aceptables en medios ecológicos difíciles.

El Carral pertenece a la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Caprino de Raza Florida (ACRIFLOR) desde el año 2016. Nuestro objetivo es garantizar la pureza genética de la raza, para ello todos nuestros animales están identificados electrónicamente, realizamos controles sanguíneos anuales y controles lecheros mensuales e inscribimos a nuestros sementales en el Libro Genealógico de la Raza.

Oveja Raza Merina precoz

Actualmente El Carral cuenta con 175 cabezas aproximadamente de ganado ovino de Raza Merina Precoz certificadas como Ganado Ecológico, que aprovechan los pastos durante todo el año

Son animales con buen formato físico, con tronco largo y profundo, grupa ancha horizontal y cuadrada, nalgas bien desarrolladas, vellón blanco puro homogéneo, de mecha larga y cuadrada, con la fibra fina y rizada, con un peso en los animales adultos de:

a) 100-120 kg para los machos.
b) 65-85 kg para las hembras.

Estas cualidades están basadas en su elevada velocidad de crecimiento y en la calidad comercial de la canal producida. Desde el punto de vista reproductivo, una de las principales características de la raza Merino Precoz, es el ciclo ovárico continuo, con una buena fertilidad en primavera.

La longevidad es otra de las cualidades de la raza, se sitúa entre los 9 y los 10 años.

Su elevada capacidad productiva y su adaptabilidad a medios difíciles, la convierten en una raza idónea para modelos de producción en extensivo, a las que aporta su mayor velocidad de crecimiento y una mejora sustancial en la conformación de los corderos. Demostrativo es el hecho de que la raza Merina es una de las más extendidas en España.

Nuestras Ovejas y Corderos tienen la calificación de Ganado Ecológico certificado anualmente por SOHISCERT.

Cerdo Ibérico de bellota

El ganado porcino de pastoreo es, prácticamente en exclusividad, el Cerdo Ibérico, o a lo más, sus cruces con Duroc–Jersey. Su supervivencia depende de la montanera y de las dehesas arboladas de encina, alcornoque o quejigo.

El cerdo en pastoreo come los frutos de las cupulíferas y especialmente de la encina, alcornoque o quejigo, así como diversos bulbos y tubérculos que se producen en la naturaleza, transformándolos en productos animales con un alto rendimiento. Ningún otro animal de pastoreo está capacitado para hozar y consumir los bulbos, que sin él se perderían; incluso la misma bellota está mucho más adaptada a sus necesidades alimenticias que a las de los rumiantes.

Su capacidad de hozar hace que a veces dañe el pasto de los majadales, por lo que se suele anillar, aunque en algunos majadales envejecidos y muy invadidos por bulbos son beneficiosas las hozaduras rejuvenecedoras del cerdo ibérico.

La adaptación del cerdo ibérico a este tipo de pastoreo le ha dado una rusticidad y adecuación al mismo que le hacen difícilmente substituible. Es ganado de pastos tempranos y múltiples, por lo que se regenera con gran rapidez y sus piaras tienen una gran elasticidad frente a los períodos críticos.

En el pastoreo, el cerdo ibérico es un animal tranquilo y poco exigente, 8 horas en el campo suelen serle suficientes para recoger su alimentación. Prefiere los terrenos llanos o suavemente ondulados, de escasa pedregosidad. Aunque se adapta a terrenos difíciles en su juventud. No suele provocar erosiones en extensivo.

Aumenta su rendimiento al librarle de las horas de fuerte calor, con temperaturas adecuadas y con disponibilidad de bañaderos.
Antiguamente, el ganado porcino se pastoreaba hasta una edad cercana a los dos años y pasando por al menos dos montaneras, durante el resto del año se alimentaba de pastos, bulbos y pequeños animales o insectos. Con este método de engorde los cerdos alcanzaban unas 20 arrobas, admitiendo el terreno una carga ganadera máxima de una cabeza por cada tres hectáreas Actualmente el ciclo del ganado porcino ibérico extensivo se ha acortado a 14 – 16 meses.

La finca el Carral cuenta con la calificación de Agricultura Ecológica para 130 Hectáreas de Pastos Permanentes, que son aprovechados por las especies ganaderas según la época del año: así la mayor parte del año es el ganado ovino el que disfruta de estos pastos ecológicos, durante la montanera se reserva la bellota para el cerdo ibérico, y en otras épocas es el caprino el que disfruta de otras especies vegetales que la oveja y el cerdo no aprovechan.